Desde finales de Noviembre, contamos con una nueva atracción en Heidelberg:
¡los mercaditos navideños!
Repartidos por las plazas populares de la ciudad, nos tropezamos con diferentes casetas de madera en las que podemos encontrar desde dulces (Lebkuchen, entre otros mil), panes de especias, adornos navideños...hasta el Glühwein, una de las bebidas más consumidas por estos lares en esta época del año, no por su sabor, sino por lo rápido que permite que el cuerpo se adecúe a las bajas temperaturas al aire libre, y más aún si en la otra mano sostenemos una Rostbratwurst...
Para los más nostálgicos y románticos, el mejor espectáculo llega de noche, cuando se encienden todas las luces de las casetas y suenan canciones de Adviento.
Aunque en prácticamente todos los rincones de Alemania y Austria podemos encontrar estos mercados de larga tradición, ninguno como el de Heidelberg, el mercadito bucólico por excelencia.
Mientras paseo por el Mercado de la Universitätsplatz, oigo cantar: "Gestern fiel ein schöner Schnee, er ist kalt und tut weh, wenn er in die Hände schmitzt, was du bestimmst nicht willst, doch es weihnachtet schön sehr...", y entonces alzan sus tazas de Glühwein, brindan y siguen cantando: "Ich freue mich auf heiligen Abend...".
Y, en un par de semanas, regreso a casa (para regresar de nuevo pasadas las navidades) y nada más pisar tierras valencianas, echaré de menos cada pequeño detalle como éste.